Welcome 23

Llegué a los veintitrés años.

Aquí te dejo veintitrés notas muy personales de cosas que me habría gustado saber antes y que espero mi versión de este año siga manteniendo y trabajando.

[1] Leer como enfermo. Me he metido en la mente de grandes CEO’s, tenistas, viajeros del tiempo y demás grandes ideas gracias a los libros. Creo que nada me ha cambiado más que exponerme de manera constante al poder de las palabras escritas. Simplemente no sería lo que soy hoy sin los grandes libros que he leído en los últimos años.

[2] Intentar cosas nuevas. En este último año viví en carne propia una frase que me impacto de una novela que dice así, “Joven, no confunda virtud con falta de oportunidad”. Muchas veces me sentí orgulloso por no hacer cosas que otras personas hacían. La verdad es que simplemente nunca se me había presentado la oportunidad de hacerlas. Hay que aprender a hacer cosas que pensábamos que nunca haríamos y disfrutarlas. Hay que sacar a nuestro cuerpo y a nuestro cerebro de su zona de confort. Siempre hay que intentar algo nuevo. Aún con nervios. Con miedo. Lo mejor está del otro lado. ¿Qué es lo peor que puede pasar?

[3] Usar las redes sociales como lo que son. Gran parte de mi adolescencia me la pasé utilizando Facebook para entretenerme o intentando impresionar a mis amigos de algo que ni yo me creía. No fue hasta que me di cuenta de que esto de las redes sociales es como tener un megáfono en medio de una multitud. Podemos usarlo para decir tonterías y compartir memes chistosos o para conectar con personas de todas partes del mundo y exponer nuestras ideas ante toda esa multitud.

[4] Compartir lo que me ha ayudado. Mucho tiempo pensé que debía quedarme sólo para mí todas aquellas ideas que habían cambiado mi vida por temor a que la gente se burlara de mí. Y no fue hasta que me abrí a platicarlo con una persona súper importante para mí que me di cuenta de que mis ideas podían ayudar a las personas. No sé si alguien me lea. Y la verdad no espero que me reconozcan. Pero la sola idea de pensar que puedo ayudar a cambiar la vida de alguien me emociona.

[5] Hacer muchas cosas al mismo tiempo. Pensaba que por ser universitario no podía ponerme a trabajar a la par. Y estudiar varios idiomas. Y leer varios libros. Y practicar un deporte. O dos. Y asistir a exposiciones de arte. Y unirme a círculos de lectura. Y salir los fines de semana. Mi mentalidad limitada me decía que no, que sólo debía hacer una cosa a la vez y que mejor estuviera cómodo. No. Si estás en tus veintes o treintas, cánsate.

[6] Pensar que la universidad es lo más importante en la vida. Vivía traumado y asustado por pensar que lo que estudiara en la universidad iba a definir el resto de mi vida. No tiene por qué ser así. Yo no estudié literatura o algo relacionado y me encanta escribir. No estudié diseño y me encanta diseñar cosas. No estudié filosofía y me encanta reflexionar sobre las grandes interrogantes de la vida. La universidad sólo tiene el poder de definir el resto de tu vida si tú se lo permites.

[7] Ser muy curioso con todo aquello que llama mi atención. Me encanta platicar con personas de distintos ámbitos profesionales y personales. Me encanta leer cosas que para la mayoría resultarían raras o exóticas. Cuando algo llama mi atención compro dos o tres libros al respecto y googleo lo más que puedo sobre el tema. No tenemos por qué quedarnos con dudas respecto a los temas que golpean nuestra cabeza cuando tenemos toda la información del mundo en nuestro bolsillo.

[8] Caminar mucho. Los antiguos griegos tenían largas caminatas en las que discutían los grandes temas de la humanidad. Eso era la Academia. Y es que al caminar nuestro cerebro se pone a hacer lo que mejor hace, mezclar ideas. Nada me ha ayudado más a resolver aspectos importantes de mi vida que tener largas caminatas en silencio o con alguien que admiro o quiero.

 [9] Hablar inglés. Quisiera decirte que hablo un inglés gringo perfecto. Pero la verdad es que no. Ni siquiera pude conseguir un empleo en el cual requerían un inglés casi total. Pero alcanzar cierto nivel en el idioma te permite acceder a ideas geniales que están el latín de nuestra era. No hay nada peor que alguien que admiras te recomiende un libro o una novela genial y que no puedas acceder a ella porque sólo está en inglés. Quítate las limitantes mentales y métete en esto de lleno. El español es bonito. Lo admito. Pero hay que abrir nuestra cabeza a ideas nuevas, y hablar inglés te permite hacerlo.

[10] Asistir a eventos. Conciertos. Conferencias. Eventos de marketing. De ventas. De religión. De negocios. No sabes el poder que tiene presenciar un evento físico de cualquier tipo si es que aún no has asistido a uno. Pero no sólo vayas a conciertos. Ve a conferencias y llénate de ideas que te vuelen la mente. A mí me cambió la vida ir a un evento. Y ahora voy a varios al año.

[11] Confiar en la gente. Mucha gente se molesta conmigo por confiar en las personas. Me dicen que no, que la gente es mala y que sólo busca como hacerte daño. No te voy a mentir, me han hecho daño. Pero son más las personas que han respondido a la confianza con creces y no me arrepiento de ser alguien que confía. Hay que aprender a confiar en las personas y entender que muchas veces no cumplen nuestras expectativas por una mala comunicación y no por hacernos daño.

[12] No hacer drama. Solía hacer mucho drama. Cualquier problema, por pequeño que fuera, se me hacía gigante. Si algo no salía como esperaba o alguien no actuaba como esperaba, bueno, se me terminaba el mundo. Tranquilo. Tranquila. Nada es tan importante en realidad. Si no te vas a acordar en tu lecho de muerte, es porque en realidad el asunto no es importante. Preocúpate por construir una vida llena de significado. No por estar viviendo en el drama constante tipo novela romántica de Netflix.

[13] No tomarme nada personal. Muchas personas se ofenden porque les dicen que no son buenos para algo. O porque simplemente alguien no concuerda con su manera de ver el mundo. Te aseguro que todos estamos pensando en nuestras cosas cuando hacemos o decimos algo. No estamos pensando en cómo joder al prójimo. Y si hay alguien que lo hace así, sólo imagina lo miserable que tiene que ser su vida para actuar pensando en cómo hacerle daño a los demás. Tú y yo venimos a más. No a enfrascarnos en peleas tontas que no elevan a nadie.

[14] Quitarme la pena. Solía dejar de hacer muchas cosas por pena. Me daba pena hablar con extraños. O con chicas bonitas. O hacer cosas que me pusieran incómodo. Bailar, por ejemplo. La verdad es que la pena surge cuando pensamos que todos nos están observando esperando a que cometamos un error para poder reírse. Y no es así. Todos estamos metidos en lo nuestro y nos da igual si haces algo que a ti te da pena o no. Por eso no dejes que la pena te frene a hacer lo que sabes que tienes que hacer. It doesn´t really matter.

[15] Comprarme buena tecnología. Solía pensar que las personas que compraban productos Apple lo hacían sólo para presumir o por sentirse en un nivel socioeconómico superior. Y quizá hay quien sí lo haga. Pero la verdad es que son productos que están en otro nivel. No te duran un par de años como la mayoría de la tecnología allá afuera. Yo te escribo estas notas desde mi Macbook Air que compré hace casi cuatro años y todavía funciona a la perfección. Cero problemas y luce elegante como siempre.

[16] Dejar de ver fútbol. Y en general cualquier deporte. Yo era un adicto a ver fútbol. Veía todos los partidos. Iba al estadio la mayor cantidad de veces posible. Me compraba los jerseys de mis equipos favoritos cada temporada. Veía noticiarios de deportes a más no poder. Y peor aún, dejaba que mi estado mental se viera perturbado por el resultado de un partido. Que si el América. O el Cruz Azul. O el Madrid. O el Barcelona. Dejé de ver y de hablar de fútbol por completo durante un par de años y no sabes cómo mejoró mi vida. Y mi mente. Quisiera decirte que sigo sin ver nada de deportes, pero te estaría mintiendo. Pero hay tantas personas allá afuera que se emocionan y llegan a molestarse por un equipo de fútbol al que le da igual si tú tienes un problema o si dejas de ir al estadio cada fin de semana. Si algo que está fuera de tu control tiene el poder de quitarte tu paz mental y tú lo permites, no esperes grandes cosas de la vida.

[17] Dejar de esperar la validación del mundo para hacer cosas. Vivía esperando que papá, mamá, maestros, novias, amigos y demás personas me dijeran que estaba haciendo bien las cosas para entonces sí ponerme a hacer lo que sabía que tenía que hacer. A la única persona a la que tienes que pedirle permiso para hacer las grandes cosas que puedes hacer es a ti mismo. A tu cuerpo y a tu mente. Si estás esperando que alguien te ponga una estrellita en la frente para que entonces sí, sientas que eres alguien que vale la pena, quizá nunca hagas nada en la vida.

[18] Amar a mis seres queridos, pero no hacerles caso si no están en dónde a mí me gustaría estar. Admiro a mis papás. De verás. Pero para ellos obtener un título universitario es el objetivo último de la humanidad. Y está bien, a ellos les ayudó mucho. Cambió su vida. Simplemente para mí no luce de la misma manera que para ellos. Yo no sé cómo será el futuro. Pero estoy seguro que será completamente distinto al presente. Y mucho menos se parecerá al pasado. Y si hoy en día las grandes empresas están más interesadas en lo que puedes hacer que en los diplomas que tengas, ¿por qué pensar que un título universitario me va a salvar la vida?

[19] Pensar en el largo plazo. En todo. Es difícil trabajar pensando en el largo plazo cuando todo el mundo se enfoca en obtener recompensas instantáneas. Ponemos algo en Facebook y queremos que todos nuestros amigos le den like a los cinco minutos. Me costó mucho entender que los verdaderos resultados se obtienen en cinco, diez años. Querer todo rápido y ya es esperar resultados mágicos. Quizá por eso los productos milagro tienen tanto éxito. Pero la verdad es que no. No construyes grandes empresas, grandes relaciones, grandes amistades en días o meses. Lo verdaderamente admirable se construye en décadas.

[20] Dejar de pensar que lo que opinen los demás me define. Vivía preocupado por querer agradar a todo el mundo. Por temer que le cayera mal a alguien. Por que todos tuvieran una buena imagen de mí. Pensaba que la imagen lo era todo. La verdad es que lo que opinen los demás no importa. Nunca eres tan malo o tan bueno como dicen. Aprende a valorarte tal como eres y siempre trabaja por ser una mejor versión de ti. Pero hazlo por ti. Por nadie más.

[21] Aprender a valorar y aprovechar los pequeños momentos de la vida. Comer con tu mejor amigo. Salir con tu chica. Leer tu novela favorita. Los grandes recuerdos que tengo son pequeños momentos. Tenemos que dejar de esperar una felicidad estilo Hollywood. La verdad es que la vida está hecha de momentos y como tal hay que dejar de preocuparnos por lo que vendrá y aprovechar lo que vamos viviendo.

[22] Conectar con la naturaleza. Uno de los mejores recuerdos que tengo de la universidad es que estaba llena de naturaleza. Áreas verdes por doquier. Cientos de árboles. Nada equipara la sensación de recostarte en el pasto o dar un paseo entre los árboles. Por algo Steve Jobs se preocupó tanto por tener cientos de árboles en el nuevo campus de Apple. Yo creo que nos permite conectar con una parte de nosotros a la que no podemos acceder de otra forma.

[23] No temer al fracaso. Me he equivocado muchísimo. Mucho. En serio. He cometido errores de todo tipo. Pero de lo que más me arrepiento es de aquellas cosas que no hice por temor a equivocarme. Haz cosas. Todas las que tu alma te pida. No importa si te equivocas. Te aseguro que seis meses después no te vas a acordar del asunto. Pero sí te vas a acordar de aquellas cosas que no hiciste por temor a fallar. Tú falla. Y falla mucho. Si hay que pedir disculpas, discúlpate. No pasa nada.

*****

Te deseo lo mejor Paco versión 23.

Tengo algunas ideas de lo que viene.

Pero estoy seguro que mucho de lo que sucederá te va a sorprender.

No esperaba la vida que tengo hoy cuando tenía dieciocho.

Tal vez esto de la vida se trata de seguir con la habilidad de sorprendernos y disfrutarlo.

Mis mejores deseos para ti.

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